Resulta patente y constatable, que la afluencia de turistas a las islas de Ibiza y Formentera en el transcurso de los últimos 10 años, ha alcanzado un aumento lineal de unas proporciones que conviene considerar, para evaluar su incidencia sobre el medio ambiente y la percepción de la sociedad isleña residente.
Resulta evidente, que la singularidad que representan la insularidad y la territorialidad limitada, resultan unos factores de máxima importancia a tener especialmente en cuenta en el caso de la consideración de la capacidad de acogida.
Article extret de Periódico de Ibiza (31/03/2019).